domingo, 18 de julio de 2010

He decidido vivir sin tiempo

con la vida en la mano,

en un ejercicio de plenitud

agradeciendo el aliento

y el calor de tus manos.

Solo en un instante he visto la eternidad

que se funde en un momento

dejando escapar un suspiro

y alentando días de sol

con cantos de madrugadas.

Se me fué escapando la mañana

solo por querer atraparla

sentirla mía,

confundiéndose con mis latidos,

para después conocer

que es mejor vivirla que tenerla.

Así te quiero más pero sin pertenencias

y cuando no te tenga crearé mi mañana

y así viviremos

donde ni tú ni yo seamos imprescindibles.

El silencio

se confundió con tu voz

la soledad con tu vida

y el calor de tus manos

arropó mi cara para brindarles tu vida.

Cada minuto será un canto

un grito de alegría

por sentir la vida

por volver a respirar la existencia.

Cada latido es una canción para el alma.




Quien pensaría en desistir

cuando el tiempo nos ahoga

o dejarlo por no vivir,

respirar profundo

y llevar la mirada hacia el horizonte.

Pensar que no hay latidos

para resistir,

levanto el alma

para continuar,

son pasos lentos

arropado de sombras e inquietudes.

Cuando todo se abalanza

sobre nuestros sentidos

se hace difícil respirar

y coordinar nuestros deseos,

cuando las voces te preguntan

por tantas sensaciones,

sólo un aliento

te coloca su mano

brindándote el calor para seguir

haciéndote preguntas

sobre la vida.




Todo se confunde alrededor

llueve con intensidad

son gotas de laberintos

encarcelados en tu cuerpo

empapando tu existencia

enturbiando el alma

y lacerando la piel,

líneas ondulantes que palpitan

en tu pensamiento,

sombras,

a distancia pero dentro de ti,

murmullos en alta voz,

miedos deformados,

ansiedades reprimidas,

fricciones,

opresiones,

fantasmas nocturnos

que se ríen de penas pasajeras.

Me puse a retar la vida

y comencé a vivir

aprendiendo a ser

ante la adversidad.

Autocaricatura

Ernesto "Ché" Guevara

Ernesto "Ché" Guevara

Datos personales

Mi foto
Dibujo realizado por el artista plástico venezolano Régulo Pérez